domingo, 12 de enero de 2014

Prologó.



Prologó: Tarde de chicas.





—No puedo creer que este es el final. No, no me lo creo—. Oh, no. Que no llore, por favor. Los ojos de Annie Cresta comenzaban a tornarse rojos, mordía su labio para no hacer esos tiernos pucheritos que tanto la caracterizan. —No puede acabar así, chicas.
—El verano terminó, cariño. Pero esto no es un adiós, por supuesto que no—. La tranquilizaba Katie, se dieron un abrazo y ambas soltaron en llanto.
Y yo sólo podía verlas y pensar que las cosas habían cambiado demasiado.
Espera.
No…,
Nosotras habíamos cambiado.
Si a principios de junio, me hubieras dicho que la misma Katie Wells sería una de mis mejores amigas, yo te lanzaba un crucio o a los mutos. Pero no, la misma Katie Wells que en un principio fue mi peor enemiga, ahora estaba aquí con todas nosotras durmiendo en la misma habitación. (Sin miedo a terminar con el cabello rosa). En la última tarde de películas que tendríamos.
Nosotras no éramos las mismas que al principio del verano, y es algo que siempre agradeceré a nuestros padres.
Si, tal vez en un principio llegué a pensar y decir lo peor de ellos. Puede que la mitad del verano me la pasara maldiciendo en contra de todos los adultos que tuvieron que ver para que sucediera esto. Pero ahora todo es diferente.
El verano de ese año fue sin duda alguna uno que jamás olvidaría.
—Nos seguiremos viendo, les prometo que nos seguiremos viendo, chicas—. Madge nos sonrió a cada una y tomó la mano de su prima. ¡Y pensar que Maysilee y Madge se odiaban antes!
Oh cierto, parte de los cambios.
—No quiero que me olviden. Ustedes son las primeras amigas reales que hago, no quiero perderlas—. Sus ojos verdes brillaban por las lágrimas. Glimmer sigue siendo la misma torpe dramática, pero así la amo.
—¡Glimmer, no llores, boba!, ¡Me harás llorar a mí y no quiero hacerlo, imbécil!—. Chilló Maysilee, su habitual tono rudo en su voz. Soltó la mano de Madge y abrazó a Glimmer, abrazo al que al final nos unimos todas.
—Estúpidas.
Puse los ojos en blanco al escuchar a Katniss, era la que menos había cambiado. Katniss seguía siendo la misma testaruda y fría que era antes. Aunque bueno, no puedo decir mucho yo. ¡Si yo estaba igual que ella en estos momentos!
—Por Dios, chicas, son unas malditas ridículas. Sólo es el fin del verano, no exageren las cosas por favor—. Metió a su boca un puñado de palomitas de maíz, su expresión era la habitual: aburrida.
¡Oh, Katniss Everdeen, si tan sólo supieras!
Ellas no sabían nada aún, pero este era el fin y no solamente del verano.
Este era el fin de todo.
Pero ahora no lo comprenderías, no, seguro que no. Tendría que comenzar desde el inicio. Antes que iniciará el verano del 2010.
Justo donde todo cambio.
—Bueno, guardemos nuestras cosas que no queremos perder el vuelo mañana—. Dije y agradecí a la tonta clase de actuación que aprendí en vacaciones, porque mi voz se escuchó normal. Sin una pizca del dolor que sentía en mi pecho.


Pero, mejor vayamos al comienzo, por favor.





Sí, estoy de vuelta. Perdón, mejor dicho, YOLO! esta de vuelta.
Y esta para quedarse, prometo continuar hasta terminarla.

Gracias por leer.
~kreenKentwell




I'm back, bitches



YOLO!

¿Qué pasa cuando juntas a 14 estúpidos adolescentes que jamás piensan en las consecuencias de sus actos?
Nada bueno, eso te aseguro.


Clove Kentwell.
La problemática empedernida.




Cato Hadley.
El arrogante mujeriego.



Peeta Mellark.
El positivamente idiota

Katniss Everdeen.
La resentida con la vida.


Annie Cresta.
La loca bipolar.




Finnick Odair.
El sensualmente estúpido.



Madge Undersee.
La testaruda rubia.


Gale Hawthorne.
El terco orgulloso.


Haymitch Abernathy.
El sarcástico egoísta.




Maysilee Donner.
La burlista de nacimiento.



Glimmer Belcourt.
La hueca dramática.




Marvel Stanford.
El propenso a accidentes.



Katie Wells.
La princesa malhumorada.




 Chuck Kentwell.
El narcisista infantil.